Es algo que recuerdo desde pequeño, siempre estuve ilusionado por algo, mi cabeza volaba y me imaginaba jugando al fútbol en un gran estadio o tocando la guitarra en un teatro lleno de gente...
No he tenido una vida fácil, no es que todo haya sido de color de rosas y lo de ilusionarme viniera de la mano de un camino lleno de flores... Mi vida ha sido difícil, desde pequeño, con 8 años, sintiendo una responsabilidad enorme porque tenía que estudiar la guitarra sin tener un entorno en casa de músicos. Nunca he dejado de tener esa responsabilidad y esa disciplina que me ha hecho sufrir bastante en muchos momentos de mi vida.
No fue fácil mi juventud, no fue fácil mi primera historia de amor, no fue fácil irme de mi tierra y enfrentarme al mundo con 18 años, en un entorno de artistas donde si no eres hijo o sobrino de algún otro artista, te va a costar el triple...
No fue fácil enterarme que tendría que entrar en diálisis con 24 años, nada fácil...
La ilusión siempre vino conmigo, en una mochila donde llevaba además, amor, pasión, sufrimiento, constancia y ganas de descubrir.
Ahora, con 40 años, después de aprender a no esperar nada de nadie, después de 15 años con un transplante y haber subido un precipicio de barro a donde me tiraron sin piedad con un paquete que decía: Aquí están tus ilusiones y las de tu familia junto con este disco que nunca te vamos a editar.
Después de todo esto y mas, sigo el camino con mas ilusión si cabe porque, el haberme levantado de tantas cosas me da una fuerza tremenda, porque cada día la música me alimenta mas y sigo creando nuevas ideas sin parar, porque tengo a mi gente cerca y he vuelto a mi tierra después de 20 años...
Mi tierra me está dando la vida... el entorno, el mar, la gente, los amigos, la luz...
Creo que una las cosas mas bonitas de la vida es estar ilusionado, te mantiene feliz, despierto, sano, sonriente y en paz.
Ilusiónense, permítanse sentir la ilusión de ilusionarse.
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