sábado, 9 de marzo de 2013

Día de la mujer

No quiero dejar que termine este día sin dedicar unas palabras a la mujer que me ha dado la vida dos veces.
No tengo muy claro cual fue el primer recuerdo que tengo de ella... Recuerdo pasar horas con ella en la cocina, de ahí quizás me viene mi amor por la cocina y todo lo que rodea ese mundo donde uno encuentra la felicidad en cada ingrediente...
Recuerdo como hacía el tomate frito, como lo pasaba por el pasa purés, su olor... como hacía los yogures cada día, el huevo pasado por agua con pan migado en un vaso que era un manjar... Me podía pasar horas mirando por una especie de balcón lo que pasaba en la calle y mi cabeza volaba inventando historias o imaginando cosas, y diciendo "Mama, más" para que siguiera cortándome trozos de manzana que me sabían a gloria.
Ahora, con el paso de los años, entiendo y valoro mas su coraje, su tesón, su mente avanzada para su tiempo y su fuerza por pelear con todo para que mis hermanos y yo tuviéramos un futuro. Conmigo quizás haya sufrido mas que con ninguno pues fui un hijo que les salió músico, guitarrista y flamenco, mundo que no conocía ni entendía pues en mi familia nadie se dedicó a la música.
Lo que parecía una afición era una vocación y con los años mi manera de vivir y de ganarme el pan.
Siempre me entendió, me defendió, me arropó, me cuidó, intentó conocer, saber y siempre estuvo pendiente de con quien iba, donde, de que manera, como la gallina que cuida a su polluelo, hasta que su hijo se le fue con 18 años, a recorrer el mundo, a cumplir sus sueños....
Recuerdo a la vuelta de uno de esos viajes verla mayor, mi madre había envejecido....
Ahora la entiendo... Su hijo, el que nunca se iba ni volvía sin darle un beso aunque  fuera tres veces al día, el que se había pasado horas y horas en casa sin para de hacer estudios de guitarra, el que tenía la casa llena de amigos, que venían a tocar o a cantar... Se le había ido para siempre y además, a viajar por el mundo, donde ella no podía arroparlo y cuidarlo.
Se que le costó, que sufrió mucho, pero siempre estuvo ahí, ayudándome, apoyándome, haciendo con sus actos que siempre la sintiera cerca pero sin molestar, sin inmiscuirse mas de la cuenta... presente siempre, pero en su sitio....

Mi madre es de las pocas mujeres que puede sentir algo tan grande como haber dado la vida dos veces a su hijo, donarme uno de sus órganos para que yo pudiera seguir viviendo....

Lo que diga de esta mujer es poco, lo que ha hecho y sigue haciendo por mi es tan grande que no existen palabras para definirlo...

Doy gracias por tenerla conmigo, por que la vida me haya permitido venirme cerca de ella para disfrutarla todo los años del mundo.

Te admiro madre, y nunca podré hacer suficiente para agradecerte todo lo que a lo largo de mi vida has hecho por mi.

Feliz día de la MUJER.


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